Sumario
- Cuba enfrenta una grave crisis epidemiológica con brotes de dengue, chikungunya y otros arbovirus debido a la proliferación de mosquitos en condiciones insalubres.
Las calles cubanas desaparecen bajo montañas de basura, mientras la crisis epidemiológica por propagación del dengue, chikungunya y otros arbovirus transmitidos por mosquitos sigue fuera de control.
Aunque las autoridades sanitarias reconocen la complejidad de la situación, minimizan sus consecuencias en los discursos oficiales. Esta semana, el doctor Francisco Durán, director nacional de Epidemiología, y otros funcionarios del Ministerio de Salud Pública, admitieron que la fumigación es insuficiente y pidieron colaboración ciudadana para eliminar criaderos.
No obstante, Durán negó rumores sobre un contagio masivo del 90% de la población y rebajó la cifra a un número de todos modos alarmante, del 30%, según evaluaciones recientes.
Los comentarios en la página de Youtube del programa, contrastan con las declaraciones de los funcionarios del MINSAP.
“Manada de mentirosos, dan asco. Un pueblo muriéndose de hambre, sin medicinas, sin condiciones de vida. Ninguno tiene vergüenza, porque si tuvieran moral, no se prestaban para exponerse con tantas mentiras y engaños al pueblo y al mundo”, comentó un cubano.
Un total de 14 provincias reportan presencia de dengue y chikungunya, con mayor gravedad en La Habana, Matanzas y Ciego de Ávila, donde los sistemas sanitarios están sobrecargados. El 98,5% de los casos de este virus se concentran en Matanzas, La Habana, Camagüey, Cienfuegos, Artemisa y Villa Clara, con la primera de estas provincias como la más afectada.
“Pero, ¿qué van a decir, si han omitido por muchos meses la enfermedad que había en Matanzas, donde todos estaban enfermos en cama y no podían ni caminar? Para más desgracia, también enfermaban de hepatitis. Nadie hizo caso. Todos estaban sordos y mudos, empezando por el señor Durán”, opinió otra cubana.
Los basureros, las calles llenas de agua estancada y la falta de recursos básicos crean el caldo de cultivo para la expansión del mosquito. Al mismo tiempo, hay hospitales desbordados en su capacidad y comunidades sin las condiciones mínimas sanitarias.
“El problema está en la cochinada que hay en las calles y hasta que no se resuelva ese problema de la recogida de basura, todo va a seguir igualito”, argumentó un usuario.
La falta de fumigación efectiva, el deterioro urbano y la ausencia de soluciones concretas convierten la crisis de arbovirosis en otro síntoma del abandono estatal y la incapacidad para garantizar condiciones básicas de salubridad.